Cuando hablamos de Yin Yoga, hablamos de un método que propone a través de una práctica pasiva, con una forma y objetivo determinado, estimular y trabajar lo que llamamos Tejidos Yin (Tejidos conectivos) .
Con esto nos referimos a los tejidos mas plásticos (o menos distensibles) del cuerpo, como los huesos, ligamentos, cápsulas articulares, cartílagos, tendones y por supuesto la fascia.
Todos estos tejidos nombrados tienen algo en común, y es que forman parte de los tejidos conectivos. Estos tejidos dependiendo del lugar y función pueden tener características distintas (esta claro que no es lo mismo un hueso, que un tejido subcutáneo mas laxo), y al mismo tiempo están conformados por una estructura base muy similar. Estos tejidos están formados por células, y una matriz extracelular compuesta por proteínas fibrosas (principalmente colágeno) y sustancia fundamental formada por azucares y gran cantidad de agua.
Entonces.. ¿Qué es la fascia?
Es un tejido muy importante dentro los tejidos conectivos. El principal objetivo en la practica de Yin es el estímulo en la fascia. Su existencia se conoce desde las primeras descripciones anatómicas, pero en las últimas décadas, se han realizado muchísimos avances en su comprensión y en el reconocimiento de su importancia para nuestra salud general, nuestra capacidad de movimiento y el buen funcionamiento de nuestros sistemas de comunicación interna.
El sistema fascial consiste en una red tridimensional de tejidos conectivos fibrosos blandos, que contienen colágeno, y que impregnan todo el cuerpo. Dentro de la concepción moderna de la fascia se incorporan elementos como el tejido adiposo, las membranas que recubren e integran los vasos sanguíneos, nervios y los órganos internos (fascia viceral), las cápsulas articulares, los ligamentos, las meninges (membranas que recubren el sistema nervioso), todos los tejidos conectivos intramusculares e intermusculares, el periostio (membrana que recubre los huesos), los tendones y los septos o tabiques que agrupan los músculos en paquetes o grupos miofasciales.
El sistema fascial al interpenetrar y rodear todos los órganos, músculos, huesos y fibras nerviosas, dota al cuerpo de una estructura funcional y proporciona un entorno que permite que todos los sistemas corporales funcionen de forma integrada.
La fascia desde la perspectiva psicofísica:
Es en este tejido donde se almacena gran parte de la memoria celular de nuestra vida emocional. Cualquier situación psíquica estresante o emociones como los miedos, enojos, la tristeza, producen una tensión y acortamiento del tejido fascial, lo que se ve reflejado en dolores y molestias en diferentes partes del cuerpo ya que, esta red tridimensional puede generar ecos en zonas alejadas y distantes entre si. Además, a nivel energético, según la Medicina Tradicional China es en la fascia que se alojan los meridianos (canales energéticos) por donde el Chi (energía vital) fluirá hacia los órganos.
Cuando pensamos en Fascia, pensamos en INTEGRIDAD y CONEXIÓN.
Muchas veces buscamos comprender los fenómenos, diseccionando la realidad en distintas partes y aspectos. Esto es muy útil y nos brinda mucha información desde un punto de vista determinado. Por ejemplo; el estudiar la biomecanica (el análisis y la descripción de los movimientos del cuerpo) desde modelos establecidos mas universales, es como si observáramos al cuerpo desde como interaccionan las piezas de una maquina, en términos de ángulos, rangos, fuerzas y poleas, nos brinda un tipo determinado de comprensión.
El ver y dividir a la naturaleza en términos netos de yin y yang, nos aporta otra perspectiva, mas descriptiva, segmentada y polarizada.
La fascia nos invita a ampliar este panorama y nos interpela a entender que el todo es mas importante y complejo que la suma de las partes. Que el yin y el yang complementan la realidad y no existen uno sin el otro. Que lo que puede suceder en mi rodilla, tiene todo que ver con lo que puede estar pasando en mi hombro, en mi columna o en mis emociones.
La integración nos lleva a otros niveles de comprensión, y al mismo tiempo nos abre nuevos desafíos. Los secretos de la fascia se siguen revelando y evolucionando día a día, es un tejido misterioso y fascinante, y para abordarlo qué mejor que sumergirnos a lo mas profundo, desde como nos integramos y percibimos a nosotros mismos, desde nuestros cuerpos, nuestras energías, emociones y pensamientos.
El Yin Yoga nos invita a observarnos de una manera amable e integradora, nos invita a ser fascia, a embarcarnos en una aventura de "investigación" interna con ojos inocentes,
¿Quién sabe que poderosos misterios podremos develar en el camino?
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