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Lenguaje invitacional: Cómo guiar una práctica de yoga.

¿Alguna vez tuviste una experiencia en la que te sentiste obligada/o a hacer algo que tu cuerpo/ mente no quería hacer en una clase de yoga?


“Tu cuerpo, tu práctica”


Todas las personas somos únicas, con cuerpos únicos; tenemos distintas proporciones óseas, niveles de energía y experiencias de vida que hacen a nuestros tejidos. Tenemos diferentes necesidades y múltiples razones para elegir practicar yoga.

Tanto si sos profesor/a o practicante de Yoga, te envitamos a leer esta nota y dejarnos al final, tu opinión/comentario.


Tal vez has escuchando en alguna práctica o mismo tu guiado una clase, mezclar pronombres en singular, plural, en primera o segunda persona.

En primera persona suena así: "Traigo la pierna", "Elevo los brazos", "Respiro"; y en tercera: "Traemos la pierna" "Elevamos los brazos", "Respiramos". Aquí notamos claramente como las acciones que el/la instructor/a va realizando primero se refieren a él/ ella y en el segundo caso, al grupo. Guiar de tal o cual forma puede tener efectos totalmente distintos en el/la practicante.

En primer lugar, hablar de "mí" como profesor/a, puede generar distracción e impersonalidad, ya que se le habla de forma indirecta al practicante. Además, hablar de uno/a puede provocar que el/la practicante modifique su práctica para mirar a quien guía, en lugar de estar concentrado/a en su propia práctica.


Es importante tener siempre presente que la práctica de Yoga es personal y debería ser única para cada uno/a. La experiencia somática de la vida se refleja en el mat. Por lo que será de suma importancia recordar, que la práctica debe adaptarse al cuerpo de la persona y no al revés. Entendiendo que las indicaciones, así sean las mismas para todos, deben ser personalizadas y ofreciendo variaciones/ opciones de cómo pueden ser ejecutadas.


Veamos algunas diferencias entre prácticas Yin o Yang y la forma en que vamos a guiar.


En algunos estilos de Yoga Yang, es decir en prácticas dinámicos y activas es conveniente usar el lenguaje de modo imperativo y en tercera persona. Ejemplo: "Inhalá, eleva tus brazo", "Exhala, pliegate hacia adelante", "Inhala trae el pie derecho..." etc. Se vé, resuena?. Estas indicaciones sirven sobre todo, para dar indicaciones precisas de manera inidicativa sobre los movimientos que se pretenden realizar.


En la práctica de Yin. Buscamos primero indicar la región del cuerpo que deseamos estimular y luego dar al menos 1 o 2 opciones para el armado del asana. Ofrecemos variaciones e indicamos si existiera una "zona de riesgo", o pontencial dolor, para desactivar con el uso de props.


En el caso de notar alguna cuestión particular en los practicantes, nos acercamos y en voz baja, le hacemos una serie de preguntas para asistir y de ser necesario, ofrecer modificaciones en la postura.


Por el tipo de estímulo, el tipo de tejido y los largos tiempos de permanencia, lo que pueda suceder cuerpo adentro de cada practicante hablará el lenguaje de cada practicante. Recordando que como profesores o guías de una práctica/ secuencia, solo podemos observar lo que suecede del tejido hacia afuera. Claro está que la intuición y la lectura del campo energético del practicante también nos da información sobre lo que potencialmente puede estar sintiendo. Mas no a ciencia cierta. El verdadero Yoga sucede en la íntimidad de cada persona.



En lugar de dirigir cada una de sus acciones de manera directa e imperativa, el lenguaje invitacional alienta a los alumnxs a reflexionar y seguir el camino que les parece correcto para sus prácticas, en ese día, en ese lugar. Conectándose con su sentir.


Veamos algunos ejemplos que puedes utilizar..


  1. “Te invito a…”

  2. "Tal vez sientas hacer..."

  3. “Te voy a mostrar variaciones para la postura y luego elige la que creas conveniente para ti hoy”

  4. “Si se siente bien en tu cuerpo, entonces tal vez desees realizar… (tal cosa)”

  5. “Si deseas trabajar más la parte posterior de tu cuerpo…(tal cosa); si por el contrario deseas trabajar más… (tal otra)”

  6. “Si sientes que pudes ir más profundo y deseas percibir mayor sensación en el área maracada entonces… / si sientes la necesidad de retroceder o salir de la postura, sientete libre de hacerlo…”



Al invitar a los estudiantes a reflexionar, sentir y brindarles varias opciones para que pueden elegir en función de cómo se sienten, los estaremos alentando a que sean autónomos y responsables del comando de su propio cuerpo.


¿Es necesario usar lenguaje de invitación todo el tiempo?


No. Imagina por un momento enseñar a Surya Namaskar con lenguaje invitacional. Hay comandos que son necesarios y está bien que así sean.

Es importante saber elegir el lenguaje de forma inteligente según el momento.


El lenguaje invitacional abre opciones y oportunidades. El movimiento del cuerpo es una forma de destrabar bloqueos, memorias y traumas. De aquí la importancia de hablarle a cada uno/a de manera individual y personalizada. Poner luz sobre el lenguaje de la enseñanza acompaña al practicante en el camino del yoga como sanación, devolviéndole su soberanía y su poder personal.


Haz el intento en tus prácticas y luego registra qué sensaciones generó tu cambio en el lenguaje. Si al principio mezclas los pronombres no te preocupes, como todo, es práctica. Simplemente recuerda que cada persona lleva en sus tejidos su historia y cada persona y cada cuerpo es único.


Qué te pareció esta nota? Te invitamos a dejarnos tus comentarios 😉




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