Pirámide central
La columna está constituida en total por 33 vértebras, divididas en 5 regiones: Cervical (7 vértebras), dorsal (12 vértebras), lumbar (5 vértebras), sacras (1 hueso de 5 vértebras fusionadas) y coxígea (1 hueso de 4 vértebras fusionadas). Cada una de estas regiones posee una curvatura natural.
Estas vértebras están articuladas entre sí por diferentes tejidos ligamentosos y amortiguadas una con otras mediante discos intervertebrales de estructura gelatinosa. Otra función principal, y no menor, es la de proteger el sistema nervioso central que es un tejido muy frágil que se encarga de llevar y traer la información del cerebro al resto del cuerpo.
Una mala postura, originada por largas horas de sentado frente a la computadora, excesivo uso de celular, esfuerzos y movimiento mal realizados, hace que las curvas naturales de la columna se sobre exageren o se contrarrestan corriendo el riesgo de producirse inflamaciones en los propios discos, que puedan devenir en lesiones más profundas como discopatías o patologías más profundas.
Es por esto que movilizar a la columna en distintas direcciones, brindándole flexibilidad, resistencia, armonía y juventud, es esencial para mantener el cuerpo, sus energías y sus funciones en perfecto estado de armonía.
Según las tradición del yoga el flujo principal de energía corre por los canales energéticos llamados nadis. El nadi principal y más importante para que la energía ascienda es el sushumna nadi que se encuentra en eje vertical con la columna.
Mantener una columna larga y espaciosa, que conserve las curva naturales, permite que los órganos vitales tengan espacio para su normal y correcto funcionamiento.
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